jueves, 14 de enero de 2010

Saltos oníricos



En el filo del tiempo


En el borde mismo de los sueños.

Donde cada palabra dicha salta al vacío,

al recuerdo, al olvido o al dolor de la indiferencia

Respiro, respiro.

En la vorágine de confusión.

Justo a la vera de los sentimientos.

Donde cada herida resucita,

se encarniza, palpita, duele.

En el alma, en los huesos o en la mente

Duermo, duermo.

En la ventana al infinito.

En el umbral a mi universo.

Donde la imaginación desfallece

en un verso, en un soneto, en una poesía

Sobre un blanco papel

Muero, muero...